martes, 24 de octubre de 2017
The Cutie Place. (3ra parte de "Sueño Incompleto" continuación de "Al fin estás aquí" )
- John, ya llevamos media hora caminando ¿a donde me vas a llevar? - pregunté curiosa.
Sé que debía disfrutar el hecho de que la persona que más quería me invitara a cenar, pero no saber a dónde era el sitio hacía que se me revolviera el estómago y me pusiera tensa. Íbamos caminando coordinados, uno al lado de otro, pero ni tan juntos, ni tan separados.
- Señorita, esta es la tercera vez que usted me pregunta eso. Yo soy un muchacho paciente, no se preocupe, pero tome esto como una sorpresa que se merece. En vez de preguntar " ¿A dónde vamos?", pregunteme cualquier cosa que le pase por el pensamiento, Monsieur, Gina Elizabeth. - él trataba de imitar un acento francés muy raro.
- Es "Mademoiselle" , John. - dije yo, casi burlándome.
- Oh, Mi dispiace, bella donna.
- Io ti perdono, buon uomo.
- ¿También sabes frases en italiano? - preguntó sorprendido.
- Algunas cosas, sí. Leo algunos textos en italiano o veo programas en la TV cuando me aborrezco mucho, uno debe variar de vez en cuando. Aparte, me interesa aprender el idioma, mi sueño más grande es viajar a Italia, a Florencia específicamente. - dije
- Ah, si, ya recuerdo, ¿por qué te encanta tanto ese lugar? - preguntó curioso
- Fue gracias a un libro de Literatura Clásica que me encontré en una Biblioteca vieja en mi colegio, lo empecé a leer varios días y mencionaban la época del renacimiento, cosas así, había muchísimas fotos de Florencia, también porque Leonardo Da Vinci nació ahí.
- No sabía eso. Yo sé algo de italiano porque mi papá nos enseñó un poco a mis hermanos y a mí en un viaje que hicimos de pequeños por Europa, aunque mi papá es un europeo extraño, nació en España, vivió gran parte de su vida allá y otra parte en Venezuela, pero se siente más venezolano que español.
- Quizás en su otra vida fue venezolano, ¿no crees?
- Tal vez, puede ser. Lo único europeo son nuestros nombres.
- Tus dos hermanos Leonardo y Giancarlo sí, tú no. Tú tienes un nombre de un Beatle o bueno, dos de la banda.
- Claro que no...
- Te llamas John Paul, no te puedes quejar, tienes los nombres de los Beatles que más quieren. Yo en cambio tengo nombre de tienda venezolana para ropa femenina, pero ya sabes lo que dicen: "Gina es pasión, ven a Gina". -dije tratando de imitar a la chica de la propaganda publicitaria de la tienda.
Él soltó una carcajada durísima, por suerte no había mucha gente en la calle que nos mirase.
- No está mal la imitación de la tipa esa, ¿cómo es que se llamaba?
- Qué se yo, sé que es actriz y está buena.
- Ahí no te llevo la contraria, Ginita. - decía mientras se reía.
- Lo sé, creo que nadie diría lo contrario.
- Bueno, fue bueno dejarte hablar por bastante tiempo.
- ¿Por qué lo dices? - pregunté
- Porque tras tu distracción no te diste cuenta de que ya llegamos, señorita, ¡Tan tan taaaaaaaaaaaaan!
Estábamos en un pequeño restaurante al aire libre, el techo tenía enredaderas con unas preciosas flores de color lila y unas luces de arroz, el piso eran tablas de madera que al caminar hacían un ruido agradable. Cerca de las mesas, había una pequeña fuente con peces y algunas flores en el agua que hacían juego con el lugar, las sillas y mesas eran de caoba y en el centro de la mesa había unas geranias de color rosa. El lugar era muy sencillo y muy precioso.
- Sé que eres una persona bastante sencilla, pero ¿qué mejor que llevarte a un restaurant hermosamente sencillo y bonito? - me decía sonriéndome.
- Te pasaste, no debiste.. - Tenía mucha pena, otra vez mis mejillas comenzaron a sonrojarse. Él disfrutaba de ello y comenzó a reírse de nuevo.
<< Deja la tontería y pasa al restaurante, no te derritas tan rápido>>
- Bien, este es el plan, Gi. Vamos, nos sentamos y conversamos mientras esperamos la comida, ¿vale?
- Suena bien, acepto. - dije felizmente.
<< Hace tiempo que no me sentía tan feliz.. ¿Debería sentir miedo de ello? Ugh, no te cuestiones tanto, Gina, sólo disfruta el momento, es tu momento>>
Nos sentamos en la mesa que estaba más cerca de la fuente, el lugar tenía una mezcla de mis olores favoritos: Vainilla, Café y de galletas horneadas. Sonaba en ese momento Clocks de Coldplay junto con el sonido de la fuente, estaba muy fascinada del lugar, tanto que me prometí a mi misma regresar al establecimiento.
- Qué bonita te ves mirando todo el lugar. - me dijo él.
Estaba sonriéndome de la manera más dulce, yo comencé a temblar un poco, le devolví la sonrisa e inmediatamente mis mejillas se enrojecieron por completo.
- Gracias por traerme aquí, me siento muy feliz. - dije
- No tienes porque agradecer, mi hermosa. - dijo en un tono dulce
<< No te mueras, Gina, no te mueras, no todavía>>
- No me digas así, que pena. - dije nerviosa.
- Nunca te dije esto, pero adoraba mucho cuando tenías pena, ¿sabías?
- ¿Por qué? - pregunté curiosa
- Disfruto ver tus cachetes y más cuando están rojos, eres muy tierna así.
Estaba a decidida a contarle mis sentimientos a John después de tanto tiempo, contarle todo lo que había en mi corazón, así que tomé un poco de fuerzas e hice el esfuerzo de hablar:
- Oye, John..
- ¿Si, bonita?
- Yo quiero decirte algo. - dije nerviosa.
- Dime, Gi.
- Yo Quiero decirte que..
Pero fue entonces cuando alguien detrás de mí comenzó a hablar:
- ¡Buenas noches, señor y señorita!, ¿Qué desean ordenar? - dijo el mesero felizmente.
<< ¡Coño de la madre, justamente cuando se lo iba a decir, vergación, no joda!>>
- ¿Sabes qué? Te diré después. - dije un poco lamentada.
- Está bien, tranquila.
- ¿Desean ordenar algo? - dijo el mesero sonriéndonos
- Sí, joven. Una buena carne para la dama y para mí, una ensalada. - dijo en un tono chistoso.
- ¿No se supone que debes decir que la carne es para ti y la ensalada es para mi como en las películas?
- Sí, Gina, pero quise invertir los papeles a ver qué salía.
- Déjame los chistes a mi mientras tanto, ¿si?
El mesero soltó una pequeña carcajada que provocó que John lo mirara serio.
- Entonces, ¿qué ordenaran, chicos? - preguntó el mesero.
- ¿Qué tal si pedimos una pizza, John? ¿Te gustaría?
- HMM.. Pensaba en que comeríamos pasta, pero pizza suena mejor, eso si, la escogerás tú, la que tú quieras.
- ¿En serio? - pregunté emocionada.
- Sí, puedes pedir la que quieras excepto la Hawaiana.
- No te preocupes que esa tampoco me gusta, ugh.
Pedimos una pizza familiar con doble queso, maíz, tocineta y peperoni, realmente teníamos mucha hambre porque mientras comíamos nadie dijo nada, sólo estábamos al tanto de los pedazos que quedaban en la pizza.
Cuando ésta se acabó, John empezó a verme, me miraba muy contento, muy feliz, otra vez me concentré en sus ojos y él en los míos, mi corazón estaba tan veloz que sentía una presión en el pecho, mis manos comenzaron a sudar, nuevamente pensé que ya era el momento de decirle lo que sentía a John, así que otra vez tomé el valor en comenzar a hablar:
- John, quiero agradecerte por este día, por invitarme a cenar, gracias, en serio.
- No tienes por qué agradecer, más bien yo debo pedirte las gracias por acompañarme, mi bonita.
- No me digas así, John..
- Es que eso eres, Gina, eres mi bonita, mi hermosa.
- John...
- Mi Gina, yo..
Empezó a Sonar el móvil de John, él al ver quién era frunció el ceño, se puso un tanto nervioso, su mirada dulce cambió a una mirada seria, fue entonces cuando comencé a sentirme extraña, mi instinto me decía que algo sucedería.
- John, ¿pasa algo? - pregunté preocupada.
- No, Gina, mira, ya vengo. Déjame atender esta llamada y vuelvo.
- Vale, te espero acá y hablamos.
Él salió corriendo fuera del restaurante, no quería que lo escuchara. Quizá era algún familiar o un amigo, o alguien importante para John.
Un rato más tarde, seguí esperando a John, había pasado ya casi media hora y aún no regresaba, tras mi preocupación le dije al mesero que ya volvía , que lo buscaría y me dijo que no había ningún problema.
Él estaba recostado a una pared, a unos cuantos metros del restaurante, estaba sonriendo de oreja a oreja, movía los pies al ritmo de la música mientras conversaba con esa persona, fui curiosa y quise acercarme a donde estaba, cerca de allí había un poste donde recostarme y verlo más de cerca sin que él lo notase. Una vez estando ahí, no sólo podía verlo cerca, podía oírlo claramente, me dio pena de repente porque tal vez pensaría que estaría espiándolo o algo, y decidí regresar al restaurante, pero fue entonces cuando lo oí decir:
"Mi amor, ¿cuando regresas de tu viaje? Te echo de menos mucho... Ya sé que es sólo cinco días, faltan dos y estoy muy contento de que ya falte poco y bueno, sólo quiero decirte que te quiero y te amo."
"Te amo" "Te amo" "Te amo"
<< No.. No de nuevo, no>>
Sentí un desequilibrio brutal en todo mi cuerpo,empecé a temblar, mi corazón otra vez sintió ese dolor, ese mismo dolor cuando supe que él se había ido lejos.
Muchos recuerdos llegaron en esos segundos, recordé sus cartas, recordé las muchas veces que tras su ausencia, aún lo esperaba, aún quería que apareciera y nunca más lo hizo, pero lo que más me dolió fue que después de todo esto, había mantenido viva la ilusión, de encontrarle, de verle, de saber cómo sería aunque sea un día juntos.
John volteó a verme, toda pálida, temblando, con ojos llorosos, sin despedirse colgó el teléfono y se acercó hacia mi:
- Bonita, ¿qué tienes?
- No me digas así...
- Gina, ¿qué pasa? ¿Creías que te estaba dejando plantada? ¿Qué sucede? - preguntó preocupado
- No, John...
- Mi cielo, habla..
- No me digas así, ¿quieres?
- ¿Qué te pasa?
- John, una pregunta, ¿qué ves en mi cuando yo te veo? Dime, sé honesto.
- Que me amas aún, no es necesario que me lo digas, lo he sabido desde hace tiempo, pero creo que te da miedo admitirlo. - dijo él mientras intentaba buscar mis muñecas.
- ¿Tú me amas, John? - pregunté directamente.
Él se quedó congelado, subió la mirada hacia las luces de los faroles, fue entonces cuando recibí el golpe más grande de todos, pero el que necesitaba, el de la realidad. Estaba viviendo una fantasía de ese amor todo este tiempo, él ya me había olvidado, la única que no decidió dejarlo ir era yo y me estaba haciendo mucho daño. Él no podía hablarme ni mirarme a la cara, yo de repente quedé vacía, ya no sentía nada, ni dolor, ni amor, o algún tipo de sentimiento.
Fue entonces cuando me di media vuelta y empecé a caminar de regreso a casa a paso rápido, escapando del lugar.
<< No... No.. No..>>
- Gina... - alguien mencionó mi nombre
- Gina, ven..
- Gina, Gina..
<< Después de todo, Gina, este no era tu final feliz, no el que muchas veces soñaste, porque eres una ilusa y sólo tú vivías con eso>>
"Gina..."
Fue entonces cuando caí en un vacío sin final y entonces...
- GINA, GINA, DESPIERTA, GINA.
Era Max, mi mejor amiga, me estaba tratando de despertar.
- ¿Ah? - dije confundida.
- Ah, gracias al cielo, pensé que te había pasado algo. - dijo aliviada.
- Hola, Maxi,buenos días ¿qué pasa? - dije estirándome.
- ¿Qué pasa? Gina, estuviste durmiendo todo el santo día, te acostaste temprano el sábado por la noche y mira la hora, son las 2pm. No tengo problema en que duermas porque ya sabes, es domingo, pero vine hacia acá asustada porque te escuché desde la cocina y decías: "No, no, no otra vez, no" toda alarmada .
<< What, entonces.. ¿Todo eso con John fue sólo un sueño? ¿No lo vi entonces? >>
- Gina, mi vida, aterriza, te encuentro perdida.
-Lo siento, Maxi, es que estoy confundida, todo fue tan real.
- ¿A qué te refieres, mi corazón? - preguntó dulcemente.
No importa en qué estado emocional esté, Maxi, mi mejor amiga, me trata de lo más dulce siempre.
- Bueno, Max, creo que tuve un sueño, un sueño raro, bastante la verdad.
<< Todavía no puedo creer que fue sólo un sueño>>
- Cuéntamelo todo, a ver.
- Bueno, después de mucho tiempo, volví a soñar con John. No había soñado con él desde que terminamos y todo fue tan real, Max, no sé en que país estábamos, ni en qué lugar, pero era muy bonito todo y me lo encontré en una tienda, trabajaba ahí y luego, me pidió disculpas por haber desaparecido, entonces me invitó a cenar, comimos pizza y le iba a decir lo que sentía por él en el sueño.
- QUÉÉÉÉ, ¿EN SERIO, BEBÉ? SIGUE CONTANDO.
- No te desesperes, es que trato de recordar lo más que puedo.
- Está bien, no te presiono, honey. Te escucho.
- Yo.. Creo que lo estaban llamando por teléfono y salió corriendo de allí, estaba serio conmigo cuando eso pasó y recuerdo que se había tardado mucho y me preocupé, salí del restaurante y lo busqué, entonces me escondí detrás de un poste a ver qué hacía y estaba hablando con su novia..
- NOOOOOO, ¿EN SERIO?
- UGH, SI, FUE HORRIBLE.
- ¿Y ENTONCES?
- Me deprimí de golpe en el sueño, él llegó hacía mi, me preguntó que pasaba y yo de una le pregunté qué veía en mi y él sabía que yo aún lo amaba, y cuando yo le pregunté si él sentía lo mismo nunca me respondió, max, se quedó mudo y empecé a caminar más y más rápido alejándome de él, de la situación , de todo y fue entonces que alguien gritaba mi nombre y desperté.. Y ya , es todo.
- ¿Es todo? ¿Así terminó? - preguntó preocupada.
- Sí, así.. - dije seriamente.
- Pero.. ¿Todavía sientes algo por él? - preguntó max.
- No.. Ya no. Hace mucho tiempo que eso cesó, él ya habrá hecho su vida con alguien más y yo estoy en mis cosas.
- Pero ¿y si no? - preguntó max.
- Max, si algo sé del tiempo, es que es corto y hay que aprovecharlo. Lo que vivimos John y yo , esos tres años, se quedó allí, no volverá a suceder, cosa que al principio me costó mucho aceptar, pero es así, es la realidad, Max, y hay que aceptarla quiera o no quiera, cosa que ya hice hace mucho tiempo..
- Lo sé, Gi, pero ¿no te parece raro que hayas soñado con John otra vez?
- ¿La verdad? Sí, un poquito, pero de todos modos esto no tiene algo que ver con la realidad, al final fue sólo un sueño, otro sueño incompleto.
to be continued.
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