lunes, 16 de octubre de 2017

Sueño incompleto




Esa mañana desperté muy temprano, eran las 5:30am y sentada en mi sofá favorito, junto una gran taza de café con leche, esperé el bonito amanecer que se venía para arrancar la rutina. 

Normalmente no me suelo levantar tan temprano en las mañanas y menos un Domingo, en parte algo me inquietaba, tenía una especie de corazonada que no podría decir qué era, pero sabía que este día me pasaría algo distinto. 

Estaba viviendo en un país que no era el mío, tenía meses estando acá y no me había dispuesto a recorrer algunos lugares de el, así que ese fue mi plan del domingo, recorrer un poco la ciudad, conocer personas o tratar de socializar con ellas, escribir un poco en mi libreta de bolsillo, en caso de que en el camino se me ocurra algún verso o una fantasía extraña para agregarlo a un libro que me dispondría realizar y después regresar a casa. 

Caminé por los parques, vi a las personas pasar y devolvernos las sonrisas como si antes nos hubiésemos conocido, escuché muchas canciones por el camino, me acosté en el césped como un niño y me quedé buscándole alguna forma a las nubes hasta aburrirme, escribí las cosas bonitas que había en este lugar, realmente estaba bastante contenta con mi paseo, pero aún sentía que faltaba alguna cosa por hacer...
De la nada, recordé que no había mucha comida para la cena de hoy y caminé buscando algún frigorífico o tienda para mis pequeñas provisiones de esta noche. Finalmente, encontré una tienda y decidí entrar.

Al pasar, una señora salió velozmente de la tienda con el ceño fruncido, chocó conmigo en la puerta y se fue lanzando quejas al vacío.. 

<<Ugh, que mal ánimo para un domingo>>

Al entrar, vi que la tienda estaba vacía, busqué por las esquinas si había alguien, pero no había nadie, así que opté por irme y hacer las compras al día siguiente, cuando de repente alguien gritó: 

- ¡ESPERE, ESPERE, NO SE VAYA, YA ESTOY ACÁ, CHICA!

Estaba de espaldas hacía al chico, oía como corría hacia donde estaba. Cuando llegó hacia mí, decidí voltear, se sostenía de sus rodillas con la mirada fija a sus zapatos por el cansancio, cosa que me impedía mirarle el rostro, sin embargo me estaba pareciendo algo chistoso esa escena.

- Hey, cálmate, respira un poco. Con el "Espere" no iba a salir volando de la tienda.

- Sí, pero ¿quién sabe? Capaz necesitabas algo.. - me dijo todavía medio ahogado con la cabeza al suelo. 

De la nada, empecé a reírme y él me acompañó riéndose conmigo en ese instante.

Él cesó su risa después de escuchar la mía y se quedó congelado, su cuerpo ahora estaba erguido, pero no se atrevió a mirarme a la cara, aún no podía verle el rostro, se puso un tanto nervioso.

- Ehm.. ¿Hice algo? - pregunté

- No...- me respondía con una voz quebrada 
- ¿Qué pasa? ¿Por qué de la nada te pusiste nervioso? - pregunté

Él aún no me respondía. Se quedaba mirando ahora mis zapatos. 

Se podía ver el atardecer de la ciudad desde la vidriera e inevitable pensé en voz alta mientras lo miraba:

"Qué bello son los atardeceres en este lugar" 

- Lo sé, a ti te encantan los atardeceres, te recuerdan a tu libro favorito. - dijo él

<<No puede ser...>>

Me congelé, mis ojos se pusieron como platos, mi mano derecha después de mucho tiempo volvió a sentir ese hormigueo, mi pecho se puso blando. Era esa persona..

Él se acercó hacia mí como si me hubiera leído los pensamientos,
ahora podría mirarle el rostro, me miraba con ojos melancólicos y una sonrisa leve, como si de la nada algo dentro de su ser se había debilitado.

- Al fin estás aquí... 



To be continued.  













No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Sentimientos Chimbos / Malos

Sound